PSA: EL EXÁMEN QUE TE AYUDA A DETECTAR EL CÁNCER DE PRÓSTATA
Octubre 1 de 2020
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¿Sabías que existe un método para detectar el cáncer de próstata en fases tempranas? Se trata de la prueba de PSA. A continuación, te explicamos todo lo que tienes que saber sobre este examen, cuándo realizártelo y qué acciones tomar según su resultado.
¿Qué es el examen de PSA?
PSA son las siglas de antígeno prostático específico. Esta es una molécula que se genera en la próstata y que puede medirse en la sangre de cualquier hombre. La abreviatura se usa comúnmente para referirse al examen de laboratorio más que a la proteína corporal.
El examen de PSA existe desde 1986, cuando era usado para el seguimiento de los pacientes con cáncer de próstata. Pero no fue hasta 1994 que empezó a usarse como un método de diagnóstico temprano para el cáncer y algunas otras afecciones benignas de la próstata.
Este estudio es simple y no implica mayores riesgos para ti. Consiste en tomar una muestra de sangre y analizar la concentración que tiene de antígeno prostático. Funciona muy bien para sustituir el examen digital del recto o tacto rectal (como también se le conoce), que puede resultar incómodo.
¿Quién debe hacerse el PSA?
Como regla básica, todos los hombres deberían hacerse el examen de PSA. Sin embargo, el momento y la frecuencia varía según sus factores de riesgo. Las edades recomendadas por la American Cancer Society (2019) son:
- ● A los 50 años cuando no tienes ningún factor de riesgo
- ● A los 45 años si alguno de tus familiares cercanos (padre o hermanos) tuvo cáncer de próstata antes de los 65 años. Cuando se trata de más de un pariente, se recomienda que el examen se realice a los 40 años.
- ● A cualquier edad si presentas síntomas urinarios o molestias en tus relaciones sexuales.
Como ves, el factor de riesgo más importante es la historia familiar. Mientras más parientes tuyos hayan presentado este problema mayor será el riesgo de tenerlo. Por eso, debes empezar desde antes tu control y diagnóstico preventivo con el PSA. Otros factores son la edad (más de 65 años) y la raza, porque hay mayor incidencia en los afrodescendientes.
De acuerdo con el Centro para el Control y la prevención de Enfermedades (CDC) (2019), los síntomas que deben llevarte a este examen y a acudir a un médico son:
● Dificultad parar iniciar la micción. Usualmente requiere pujar para orinar.
● Chorro de orina muy débil o que se interrumpe con frecuencia.
●Orinar de forma frecuente por las noches, aun sin haber tomado agua antes de acostarse.
● Sensación de vaciado incompleto de la vejiga luego de orinar.
● Ardor o dolor al momento de orinar.
● Presencia de sangre en la orina.