

Hay un término que causa angustia en estos momentos y es el de padecer dificultad para respirar. Antes de que generes más estrés a tu cuerpo, queremos explicarte cuáles pueden ser sus posibles causas y cuáles son los pasos a seguir si presentas este problema. ¡Sigue leyendo!
Causas de la dificultad para respirar
Es posible que debido a la sobrecarga de información que existe sobre el COVID-19, te preocupe la dificultad para respirar o disnea. Sin embargo, ten presente que esta infección no es la única causa del problema.
La disnea se puede presentar por muchas razones, estas pueden ser de origen pulmonar o extrapulmonar. No obstante, la mayoría de las veces no amerita hospitalización ni cuidados intensivos. A continuación, te explicamos los problemas respiratorios más comunes y cómo identificar su posible causa.
Problemas en las vías respiratorias
Los problemas respiratorios son la causa principal de la dificultad para respirar, ya que de forma directa pueden afectar a los pulmones, bronquios, tráquea, faringe o fosas nasales. Entre ellos están:
Problemas en otros órganos
Además de la enfermedad pulmonar existen otros problemas comunes que pueden generar dificultad para respirar. Algunos de ellos son:
Si tienes dificultad para respirar, lo principal es mantener la calma y adoptar una postura que facilite la respiración. Esto es lo que debes hacer, según la American Cáncer Society, en caso de sentir falta de aire:
● Siéntate con cuidado o agrega almohadas tras tu espalda.
● Respira muy lento. Inspira la mayor cantidad de aire que puedas y exhala lentamente con los labios fruncidos.
● Elimina las prendas de vestir ajustadas.
● Toma tus medicamentos para estos casos, si los posees.
Mientras haces esto, intenta identificar, tú o algún familiar, si hay síntomas de peligro. Si se presentan, lo mejor es llamar a tu médico o a urgencias.
¿Cuándo acudir al médico de forma inmediata?
En ocasiones la dificultad para respirar amerita atención médica inmediata. Sobre todo, cuando se presentan síntomas de alarma como:
● Dolor en todo el pecho o en el lado izquierdo.
● Sensación de latidos cardíacos muy rápidos
● Temperatura mayor a 38,5 °C
● Respiración con pitidos.
● Coloración azulada o excesiva palidez de la boca, dedos de las manos o los pies.
● Sensación de debilidad, confusión mental o agitación extrema.
● Hinchazón del rostro, cuello, lengua o garganta.
Todos estos síntomas indican un problema severo de las vías respiratorias que requiere de atención urgente. La urgencia es la misma si se presenta en personas sanas o en quienes tienen un problema de salud previo.
En estos casos se debe suministrar oxígeno por medio de una mascarilla o con ayuda de un respirador mecánico. Sin embargo, depende de lo que considere el médico luego de revisar los resultados de Rx de tórax y de un laboratorio especial. Estos exámenes miden los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en tu sangre.
Recuerda, antes de tomar decisiones lo mejor es que analices la situación. Como ya lo explicamos, la dificultad para respirar puede deberse a varios factores, así que antes de apresurarte conserva la calma. De esta forma, lograrás tener un mejor bienestar.